jueves, 3 de noviembre de 2011

FERIA DEL LIBRO ANTIGUO Y DE OCASIÓN DE BILBAO

Este fin de semana acudimos a una cita obligada todos los años, la Feria del Libro antiguo de Bilbao. Es un acontecimiento gozoso para mí, que espero con gran ilusión. Este año, el día elegido para la visita amaneció espléndido y soleado. Recuerdo el año pasado, en que una intensa lluvia incluso obligó a los libreros a cerrar las casetas para que no se mojaran los libros.  Este domingo, como digo, la meteorología se alió con nosotros, casi como si nos quisiera compensar por la anterior visita.

El Arenal bilbaíno con sus colores de otoño, es un marco incomparable para un evento de estas características. Me lancé a las casetas como si me sumergiera en un mar de papel antiguo, y esa es verdaderamente la sensación, pues me siento navegar y bucear entre títulos, autores y libreros, en unas horas de felicidad y abstracción absolutas.


 Llegamos pronto y se podía rastrear con comodidad, aunque en seguida empezó a afluir público y la concurrencia cada vez más dificultaba la búsqueda de algún tesoro.


 La mañana no fue infructuosa, se vinieron conmigo dos títulos de dos autores que me encantan: mi adorado Stefan Zweig con "Momentos estelares de la humanidad" y "Off-side" de Torrente Ballester.

Después de la feria, es obligado también el cafecito para deleitarme con la contemplación de los libros adquiridos. Siempre el establecimiento elegido era el Café Boulevard, lugar emblemático en el mundillo literario bilbaíno, pero últimamente nos gusta menos su ambiente más pijo. Hicimos un intento por conservar esa parte del rito anual, pero lo mismo que entramos volvimos a salir y nos dirigimos al cercano y más sencillo café Lapiko, donde tomamos un café estupendo y pude por fin, con el corazón acelerado, tomar posesión consciente de los nuevos miembros de la biblioteca.
 El "Off-side" de Torrente es una bonita edición de círculo de Lectores, encuadernado en piel y con sobrecubierta.
El de Zweig es de Acantilado, y tiene un valor añadido para mí, pues está subrayado y anotado por un anterior propietario, aunque no consta su firma. Es un libro con un pasado. Cierto que todos los libros de segunda mano lo son, pero me encanta cuando este pasado se manifiesta. Me invita a elucubrar sobre la persona que lo ha poseído antes que yo.



Días así me hacen feliz.

2 comentarios:

  1. Desde pequeña también he disfrutado de las ferias del libro, siempre que tengo la oportunidad acudo y me traigo un tesoro a casa. Tuviste mucha suerte de encontrar dos libros, además uno de ellos con historia propia... enhorabuena!! Bss!

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  2. Querida Ilona
    Los objetos usados conservan siempre algo de su vida anterior y en el caso de los libros es aún más palpable
    Besos

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