jueves, 25 de abril de 2013

PASEOS

Mucho que ver, todos los días, aunque se pasee por los mismos lugares.



































martes, 23 de abril de 2013

DIA DEL LIBRO CON ROBERTO BOLAÑO

"Yo he sido feliz casi todos los días de mi vida, al menos durante un ratito, incluso en las circunstancias más adversas". Roberto Bolaño.


Como habíamos quedado, Bolaño y yo hemos desayunado juntos este 23 de Abril. Supongo que pasaré aproximadamente un mes con sus salvajes detectives. La primera impresión ha sido buena, el estilo directo, depurado, sus frases cortas, sus mensajes concretos le quitan aridez a las páginas de texto apretado, con pocos puntos y aparte. Una buena primera cita, de esas en las que decides que habrá más. 

Y como Bolaño, yo también he sido feliz casi todos los días de mi vida, incluso en las circunstancias más adversas, porque casi todos los días de mi vida he podido tener un libro entre las manos.


¡FELIZ DIA DEL LIBRO!



lunes, 22 de abril de 2013

PREPARANDO EL DIA DEL LIBRO


Éste año, no quería celebrar el día del libro de la manera habitual, con la compra de un libro nuevo.  Normalmente, si caía en día laborable y yo tenía que trabajar, la falta de tiempo y la imposibilidad de planificar por lo tanto una celebración diferente hacía que me inclinara hacia lo convencional, visita a mi librería y adquisición de alguna novedad a la que hubiera echado el ojo. Éste año no me apetecía un recurso tan trillado. Hombre, si yo viviera en Barcelona y tuviera las Ramblas a mano, pues a lo mejor, pero no es el caso.

Ayer domingo amaneció un día radiante, y pensando que estábamos apenas a 48 horas de el día más importante del año para mí en cuanto a celebraciones se refiere, acordamos ir a Bilbao al mercado de libros de la Plaza Nueva que hacía meses que no visitábamos.

Nos recibió una ciudad espléndida, soleada, muy luminosa, muy verde también, desde luego se nota que no ha parado de llover en todo el invierno y lo que llevamos de primavera. Un Bilbao muy vacío también, supongo que la gente huyó en desbandada hacia el monte o playas cercanas para aprovechar la mañana de sol.






                                                                                                                         

Tal vez por la escasez de gente y por lo tanto podía buscar con más tranquilidad de la habitual, lo cierto es que había muchos títulos interesantes y buenos precios, y tuve que seleccionar bastante los títulos para llevar. Lo que no suele ser habitual, casi todos los "cazadores" eran los típicos jubilados.

 


Al final, el botín fue realmente espléndido:
-"La madre", de Máximo Gorki por dos euros, y en una edición aceptable en muy buen estado, uno de esos imprescindibles que me faltaban.
-"Buzón de tiempo", de Mario Benedetti, dos euros también, un Alfaguara muy nuevo, y siendo Benedetti, no hay más que decir.
-"La próxima vez", de Marc Levy. 4 euros, Círculo de Lectores, impecable. Lo compré sin haber leído al autor, después de escuchar (sin querer) una conversación en un puesto sobre las bondades de este escritor, del que la señora era admiradora entregada. Me gusta de vez en cuando, sucumbir a estos encuentros fortuitos, así he tenido descubrimientos interesantes.
Y por último y la adquisición más iportante, una biografía que llevaba muchísimo tiempo buscando 
-"Artemisia Gentileschi", de Rauda Jamis, la autora de otra estupenda dedicada a Frida Kahlo. Artemisia fue una pintora del renacimiento italiano que tuvo que desenvolverse en un mundo de genios masculinos, ardua batalla para  una mujer de la época que rompió moldes de conducta y a la que la historia del arte se encargó de silenciar convenientemente. 


El libro de Artemisia además resultó la obra más interesante por otros motivos, satisfacciones de esas que sólo los libros de segunda mano pueden ofrecer. Si no era suficiente la edición de Circe nuevecita por 5 euros, al abrirlo (ya después de haberlo comprado y pagado)  me encontré con una sorpresita.


Grapado a las páginas de cortesía, un recorte de periódico, que aparentemente no era más que una hoja sin interés

Pero que ¡oh, maravilla! al darle la vuelta resultó ser un artículo sobre la pintora. Sin duda el anterior dueño era algo así como mi alma gemela.


 Más cositas. Un sello estampado  junto a la dedicatoria, y el nombre del anterior propietario en la portadilla. No se le puede pedir más a un libro. Cuanta generosidad.



Por la tarde, siguió la pre-celebración del Día del Libro. Me puse a buscar en el ordenados algún documental o reportage sobre literatura o escritores y así llegué a uno sobre Roberto Bolaño, autor que me persigue últimamente. Ya dije en mis propósitos lectores del 2013, que el encuentro con Bolaño tenía que darse forzosamente este año, y después del programa sobre su vida decidí que el Día del Libro del 2013 iba a estar dedicado a él. Mañana he quedado con "Los detectives salvajes" a la hora del desayuno. 



miércoles, 10 de abril de 2013

LIBROS SOBRE LIBROS



Supongo que muchos lectores habituales conocen "84,  Charing Cross Road" de Helene Hanff. Yo supe de él en un foro literario en el que participaba hace unos años y hasta la recomendación de aquel  forero entusiasta no había tenido nunca noticia de él. 

Hay también una versión cinematográfica muy buena protagonizada por Anne Bancroft y Anthony Hopkins, que adapta muy bien la historia.

Como digo,  tengo un nutrido grupo de libros sobre el tema, como muestra  unos cuantos títulos, además del ya citado:


"Las bibliotecas perdidas", de Jesús Marchamalo, es una recopilación de sus artículos aparecidos en el suplemento cultural ABCD,con apartados curiosos, como los dedicados a las peleas y riñas entre escritores, las manías de los autores para con su oficio, los autores que perdieron el juicio (Maupassant, Schopenhauer, Nietzsche, Mishima), o la influencia que el tabaco ha tenido en la literatura. Muy ameno


Un libro bellísimo por su contenido pero sobre todo por el continente es "La biblioteca de noche", de Albero Manguel. Es una emotiva, erudita y entretenida inmersión en todos los aspectos posibles de las bibliotecas, desde la evolución histórica y conceptual. Profusamente ilustrado, con imágenes de bibliotecas ajenas y sobre todo la suya propia, hermosísima. Me encanta este libro, que además del mío compré para regalar, y suelo sacarlo a manudo de la estantería para hojearlo.





De Alberto Manguel también (éste autor me tiene ganada) "Diario de lecturas". Nuevamente una edición muy cuidada, con una portada irresistible.


Cada vez me gusta más este autor, siento con sus escritos una gran identificación. Soy una viciosa de lo cotidiano,de las historias pequeñas y este libro está lleno de ellas, Como en "La biblioteca de noche", en las que tantas son descubiertas y analizadas, me cautiva sobre todo la atmósfera que él crea en lo que en realidad se presentan incluso las más públicas y grandiosas con el silencioso recogimiento de los libros. Aqui

            habla de la suya de manera más personal. Me gusta un párrafo en el que nos presenta su casa:

"La casa que compramos hace dos años es un lugar maravilloso, un lugar mágico. Está situada sobre una colina de poca altura donde en otro tiempo se alzaba un templo en honor de Dionisio, reemplazado ahora por una iglesia bajo la advocación se san Martín. La iglesia se remonta al siglo Xlll por lo que creemos que la casa se construyó más o menos en aquella época y se amplió más adelante, cuatro o cinco siglos después. El granero antiguo se derrumbo a comienzos del siglo XlX; la primavera pasada restauramos los muros y ahora se ha convertido en mi biblioteca. Juntos, los dos edificios forman un cuadrado abierto con un palomar en cada extremo trunco. Más allá se extiende el jardín y un pequeño huerto plantado sobre lo que fue el cementerio de manera que las ciruelas, las cerezas, los higos y las nueces que nos promete el verano se habrán nutrido de huesos antiguos. Desde que ví la casa por vez primera, en el otoño de 2000, he soñado constantemente con ella."

O estos otros:

"Hoy empiezo a montar mi biblioteca.

Las estanterías están listas, enceradas y limpias."

"Estoy en mi biblioteca, rodeado de estanterías vacías y de torres de libros cada vez más altas. Se me ocurre que puedo rastrear todos mis recuerdos a través de estos volúmenes que se amontonan."

"Dormiré una noche en la biblioteca para apropiarme del espacio. C. dice que eso es equivalente al perro que mea en las esquinas"

Los libros que Alberto Manguel nos presenta en esta obra son releidos por él después de muchos años, y eso le sirve para reflexionar sobre el paso del tiempo y la diferente percepción que ese transcurrir le otorga a la lectura. Nos presenta su vida y su mundo (la vida y el mundo) en relacción con cada libro que aborda. Doce meses, doce títulos, que diría una cadena de televisión... Y leerle me da la sensación de que me invita a sentarme con él y charlar, no en vano en la imagen de la portada figura una taza de café, la taza de café que inevitablemente acompañaría ese tranquilo diálogo.


"Como una novela" de Daniel Pennac, es un delicioso ensayo escrito de una manera sencilla y directa, sobre la lectura, el hábito y el gusto de leer y el mundo adolescente.  Como profesor de secundaria que es, Pennac aborda la relación de los jóvenes con los libros desde la imposibilidad de la presión para inculcar el hábito de la lectura, que únicamente puede ser transmitido mediante la seducción.

"Ex-Libris", de Anne Fadiman, un delicioso anecdotario de su vida como lectora, donde a mí me gustó especialmene el relato de su "matrimonio de bibliotecas", cuando su marido y ella decidieron unir sus libros para hacer una común. (Y me pregunto: ¿serán de verdad todos estos libros tan divertidos o me lo parecen a mí por mi pasión por el tema? Y es que todos, me han gustado mucho)


Fuera del ensayo, también en las novelas es para mí apreciable que en el argumento haya libros, librerías, bibliotecas o escritores de por medio. Así que aquí va un pequeño muestrario de narrativa literaria (habría más pero no es cuestión de aburrir):


"La librería" de Penelope Fitgerald, que compré compulsivamente porque me enamoré de la portada y el título sin saber nada del argumento ni la autora. Me decepcionó un poco, la verdad, esperaba otra cosa y me aburrió. Lo cual indica que al menos en este género, la presencia de los libros no garantiza la diversión.

"Firmin", de Sam Savage, con una rata de biblioteca como protagonista. Lo siento, no empaticé con la rata. La historia se me hizo irregular, hubo momoentos en los que lo pasé bien, y otros que ni fu ni fa, pero soy consciente de que el mayor problema era el protagonista. Imposible meterme en su piel, sobre   todo cuando no podía olvidarme de la clase de animal que era, ya que aparte de leer libros también se los comía ¡horror!

"El club Dumas", de Arturo Pérez-Reverte. Mi novela favorita del autor, del que lo que más me gusta es el gran amor que tiene a los libros. He leído mucho  a Pérez-Reverte, y lo que menos me gusta de él como escritor son sus finales, que me parecen flojísimos. En ésta novela creo que se salva con un final muy digno, o que a mí me gusta bastante. El protagonista, un cazador de libros antiguos, y el club de adoradores de Alejandro Dumas me lo hicieron pasar de maravilla. Además, mi edición de Círculo de Lectores es preciosa, con reproducciones de grabados que son imprescindibles en la resolución del misterio de la trama.





"El lector" de Bernhard Schlink. Tengo debilidad por esta novela. Oí hablar de ella en la radio hace muchísimos años, y el argumento me tocó la parte más sensible de mis neuronas: historia de amor e iniciación adolescente con libros de por medio. Más información  aqui. Diez años después de saber (y no olvidarme) de su existencia, me hice con él de manera fortuita, en una feria de libros de lance. Su lectura me dejó sobrecogida, y es una de las novelas sobre libros que más me ha impactado.


En otra línea completamente distinte (o no tanto, porque comparten la segunda guerra mundial como nexo común)  "La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Gernsey" de Mary Anne Shaffer, delicioso, al que sólo le pongo el pero de que la autora murió antes de finalizarlo y fue su sobrina la que tuvo que rematarlo, quedándome para siempre la duda de si el final será el que hubiese querido la autora o algo completamente distinto. Pero una lectura para disfrutar, en todo caso.

"La ladrona de libros", de Markus Zusak, una preciosa novela que (curiosamente, me doy cuenta ahora) comparte con las anteriores el escenario de la II Guerra Mundial. Una niña alemana combatiendo la guerra medianate los libros que lee y otro que escribe. Me gustó mucho, y es una novela muy original.


La última novela sobre libros que he leído es "La mujer de papel", de  Rabih Aladeddine la historia de una mujer que vive para y por la buena literatura en el convulso Beirut de los últimos años. Excelente sobre todo el personaje protagonista. Con ella si que empaticé, y hacerlo me dio un pelín de miedo, porque compartimos una tendencia al aislamiento que en un personaje literario puede ser atractivo y en una persona de verdad es algo muy poco sano, por mucho que se tenga la compañía de los libros. Afortunadamente la familia es una bofetada de realidad que me obliga a permanecer anclada al mundo.


Por último "La elegancia del erizo", de Muriel Barbery, una historia con bastantes dosis de filosofía y nuevamente un personaje que es un peso pesado: la portera interiormente culta y refinada  de un inmueble parisino que sin duda es el erizo al que alude el título. Me gustó mucho también.

Y ya para acabar, el último ensayo sobre bibliotecas que me leeré próximamente. Lo tenía en la lista de mi cuaderno de libros en busca y captura y hace un par de días al darme un garbeo por la biblioteca pública, cayó en mis manos: "Bibliotecas llenas de fantasmas", de  Jacques Bonnet. El título promete.